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Garantizando el éxito en programas globales de excelencia empresarial

23/06/2025 por Alberto Pezeiro










¿Qué debemos tener en cuenta para garantizar el éxito de un programa de excelencia empresarial?
Esta es una pregunta sencilla y poderosa que siempre tengo que responder cuando hablo de excelencia empresarial con altos directivos que tienen como objetivo implementar programas globales.
Resumiré los puntos que sugiero con más frecuencia:

- Un equipo dedicado exclusivamente a coordinar los recursos y difundir las mejores prácticas de gobernanza. También es buena idea contar con un presupuesto específico. - Facilitadores con dedicación exclusiva (o parcial) en todas las áreas para garantizar la capilaridad (cuando sea necesario dar tracción al programa, considere el 0,5 % de la población total como facilitadores de dedicación exclusiva). Estos facilitadores pueden ser recursos ya existentes en la organización. - La formación Best-in-Class, alineada con la aplicación práctica en el entorno empresarial (desarrollo de proyectos), debe ofrecerse a todos los niveles de la organización;
- Los proyectos deben definirse por objetivos de negocio y estar vinculados a los «temas candentes» de la organización. El programa de excelencia empresarial no debe competir con otros programas. Es la mejor manera de acelerar otras iniciativas dentro de la organización. - Métricas globales y locales para supervisar el progreso e identificar a los empleados más avanzados y a los que necesitan ayuda. - Una sólida colaboración con los departamentos de RR. HH. (desarrollo del liderazgo) y Finanzas (validación de las ganancias financieras y cálculo del ROI).
- Marketing interno: marca del programa desarrollada conjuntamente con el equipo de comunicación. Esto transmitirá la percepción de que el programa es un acelerador de la carrera profesional de los principales talentos de la organización;
- Eventos de certificación y de intercambio de buenas prácticas;

Y lo más importante:

Debe haber implicación por parte de los líderes de alto y medio nivel. Los altos directivos deben creer y promover la idea de que el programa de excelencia empresarial no es una tarea adicional, sino una forma disciplinada de mejorar los procesos, obtener resultados y desarrollar a los líderes actuales y futuros de la organización.